Neoplasias Primarias del Riñón en Animales Domésticos: Un Enfoque Clínico y Patológico según Trigo (6ta Edición)
Introducción
Aunque las neoplasias renales primarias son raras en medicina veterinaria —representan menos del 1% de todas las neoplasias en animales domésticos— su impacto clínico puede ser devastador. Estas lesiones, de origen epitelial, embrionario o mesenquimal, suelen pasar desapercibidas hasta etapas avanzadas, cuando el tumor ha destruido gran parte del parénquima renal o ha generado metástasis. Según Trigo (6ta Edición), reconocer sus patrones macroscópicos y microscópicos es esencial para un diagnóstico precoz, un pronóstico realista y una intervención quirúrgica o paliativa oportuna. En este artículo, exploramos en detalle las principales neoplasias renales primarias, sus características, especies afectadas y consecuencias clínicas.
## Adenoma Renal: El Hallazgo Incidental
El adenoma renal es una neoplasia epitelial benigna, poco común, pero con mayor frecuencia reportada en bovinos, equinos y perros. Macroscópicamente, se presenta como un nódulo solitario, pequeño (1 a 3 cm), bien delimitado, de color blanco-amarillento, localizado en la corteza renal. No está encapsulado, pero su crecimiento es expansivo y no invasivo. Microscópicamente, está compuesto por mantos sólidos, túbulos bien diferenciados o proliferaciones papilares de células epiteliales cuboidales homogéneas, con citoplasma granular y núcleo redondo, sin atipia significativa. Clínicamente, es asintomático y generalmente se descubre de forma incidental durante necropsias o estudios de imagen. No representa una amenaza directa para la vida del animal, pero su identificación es importante para descartar carcinomas en etapas iniciales.
## Carcinoma Renal: La Neoplasia Primaria Más Común
El carcinoma renal es, sin duda, la neoplasia renal primaria más frecuente en animales domésticos, especialmente en perros de edad avanzada. A diferencia de los humanos, en los que se conocen factores de riesgo claros (tabaquismo, obesidad, exposición a toxinas), en animales su etiología es aún incierta. Sin embargo, se han propuesto varios mecanismos: la acción de virus oncogénicos (como el herpesvirus en ranas, que causa el tumor de Lucké), carcinógenos químicos que dañan el ADN, o mutaciones genéticas heredadas, como en las ratas Eker, predispuestas a tumores renales bilaterales.
Macroscópicamente, el carcinoma renal es una masa grande (a menudo mayor de 20 cm), esférica u oval, de consistencia firme, que reemplaza completamente uno de los polos renales y comprime el tejido renal adyacente. Su color es amarillo-pálido, con áreas oscuras de hemorragia, necrosis y degeneración quística. Histológicamente, puede presentar patrones papilares, tubulares o sólidos, con células atípicas, núcleos pleomórficos y mitosis abundantes. La metástasis es frecuente, especialmente a pulmón, hígado, ganglios linfáticos y glándulas adrenales.
Un síndrome paraneoplásico característico asociado es la **policitemia secundaria**, causada por la sobreproducción de eritropoyetina por las células tumorales, lo que lleva a un aumento patológico de glóbulos rojos, hiperviscosidad sanguínea y riesgo de trombosis. Una variante específica se observa en el Pastor Alemán, asociada a **dermatofibrosis nodular múltiple**. En estos casos, el tumor es bilateral, multifocal y con componente quístico prominente, y se transmite de forma hereditaria.
## Nefroblastoma (Tumor de Wilms): El Tumor Embrionario
El nefroblastoma, también conocido como tumor de Wilms, es una neoplasia de origen embrionario que se desarrolla a partir de tejido renal primitivo pluripotencial. Es la neoplasia renal primaria más común en cerdos y aves, y menos frecuente en bovinos y perros. A diferencia del carcinoma, suele aparecer en animales jóvenes o incluso en fetos, aunque en perros puede diagnosticarse en adultos.
Macroscópicamente, forma masas solitarias o múltiples, generalmente unilaterales, de gran tamaño, consistencia suave, color blanco-grisáceo, con áreas hemorrágicas, aspecto lobulado y a menudo encapsulado. Microscópicamente, su gran valor diagnóstico radica en su heterogeneidad: contiene elementos epiteliales (glomérulos y túbulos primitivos) y mesenquimatosos (músculo estriado, cartílago, hueso, tejido adiposo y colágeno). Esta mezcla de tejidos derivados de las tres capas germinales es la firma histológica del nefroblastoma y lo diferencia claramente de otros tumores renales.
## Carcinoma de Células Transicionales de la Pelvis Renal
Aunque los tumores de células transicionales son más frecuentes en la vejiga, también pueden originarse en la pelvis renal, donde son raros pero clínicamente relevantes. Se han descrito en perros, vacas, cerdos y caballos. Macroscópicamente, pueden causar obstrucción del flujo urinario, llevando a hidronefrosis secundaria. Histológicamente, las células neoplásicas forman estructuras papilares o sólidas, con atipia nuclear y mitosis. Con frecuencia presentan metaplasia escamosa o glandular, lo que complica aún más el diagnóstico diferencial. Su comportamiento es invasivo, con capacidad de infiltrar el parénquima renal y metastatizar.
## Tumores Mesenquimales: Fibromas, Fibrosarcomas y Hemangiosarcomas
Los tumores de origen mesenquimal son raros en el riñón, pero cuando ocurren, suelen ser fibromas, fibrosarcomas o, más comúnmente, hemangiosarcomas. Estos últimos son particularmente agresivos. Macroscópicamente, pueden confundirse con áreas hemorrágicas o infartos, pero al corte muestran una consistencia esponjosa y vasos dilatados. Microscópicamente, el hemangiosarcoma se caracteriza por la proliferación de células endoteliales atípicas que forman canales vasculares irregulares, llenos de sangre, o crecen en mantos sólidos de células fusiformes. Las metástasis son frecuentes, especialmente a hígado y pulmón. En contraste, los fibromas son benignos, bien delimitados, compuestos por haces de colágeno y fibroblastos, mientras que los fibrosarcomas muestran atipia celular, pleomorfismo y alta actividad mitótica.
## Conclusión: Reconocer lo Raro para No Pasarlo por Alto
Aunque las neoplasias renales primarias son infrecuentes, su diagnóstico no debe subestimarse. El carcinoma renal en perros ancianos, el nefroblastoma en lechones, o el hemangiosarcoma en cualquier especie, requieren un enfoque diagnóstico integral que combine imagenología, histopatología e inmunohistoquímica. La clave está en sospechar su presencia ante un riñón aumentado de tamaño, deformado, con masa sólida o quística, especialmente si el animal presenta signos sistémicos como pérdida de peso, anemia, policitemia o metástasis evidentes. Como enseña Trigo, en patología veterinaria, lo raro existe, y reconocerlo a tiempo puede marcar la diferencia entre un pronóstico fatal y una intervención exitosa.
Referencias Bibliográficas
Trigo, J. (6ta Edición). *Patología Sistémica Veterinaria*.
- Capítulo 4: Sistema Urinario.
- Figuras clave: 4.56 (carcinoma renal), 4.57 y 4.58 (nefroblastoma), 4.59 (carcinoma de células transicionales), 4.60 (hemangiosarcoma).
- Secciones: Neoplasias renales primarias, Tumores epiteliales, Tumores embrionarios, Tumores mesenquimales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario